La Sima de los Espíritus.

Mi cuerpo emanaba sangre, me dolía la cabeza, no podía más, crerré los ojos y me quedé insconciente.

Unas horas después... al fin desperté... Todavía mareada por el inpacto me atrevía a mirar, una neblina banca lo cubría todo. Busqué mi espada y otras pertenecias, estaban lejos de mi alcance. No podía moverme, me había roto las piernas y los brazos me había fracturado. Con poca mobilidad me di la vuelta, boca abajo intenté alzar un poco el vuelo. Me conseguí alzar tres palmos o así, al poco me agoté. Esperé, y mis ligamentos y huesos se fueron volviendo a soldar, a la media hora estaba como nueva. Me levanté con sólo pensarlo, mis botas tocaron el suelo inclinado, recojí mis pertenecias y me puese a pensar, ¿cómo he llegado hasta aquí?

Recordé que me había bajado del caballo... ¿y qué más...? ¡Ah, sí! Luchaba... contra... unos goblins... no, no no, no... unos orcos y un pequeño dragón... ¿pero... dónde estaban todos...? Al fin me acordé, caí por un agujero, que lo absorvía todo, negro, como el interior de la tripa de un dragón, confundida me encontraba en ese lugar. Miré a los lados, el terreno se inclinaba hacia abajo, lo mismo había una colina o una acantilado después, pero volvía a subir, no era nada de eso, era una sima. Pensé en buscar algún refugio, pero ¿quién iba a vivir en ese inóspito lugar? ¿Un dragoncito, un gigantito, unos ositos con un pack de lobos, wargos y minotauro inclusive? Ni hablar de la peluca, me voy a buscar a mi caballo, maldita sea... no estaba, tendría que ir a pie...

Fui camindo, y encontre un camino. Lo seguí, lo mismo encontraba algo de civilización. Encontré marcas de dragón, y luego vi un castillo.

Annsha di donde sigues que si no la gente se liaaaa

Vale

Ir a Lugar de Dragones, El Castillo de Vladmord.